Pablo Picasso solía decir:
“Cuando me dicen que soy demasiado viejo para hacer una cosa, procuro hacerla enseguida”
El tiempo no se detiene y a medida que este pasa, nuestro cuerpo va siguiendo su curso de vida, no podemos hacer nada por esta parte física determinada por Dios. Pero sí podemos preparar nuestra alma y nuestro espíritu para los días de vejez.
Ver a David a través de la juventud nos da mucho ánimo, pero en el Salmo 71, él, escribe estos versos en su vejez y nos enseña cual es el ideal para vivir en el tiempo de las canas.
Oh Dios, me enseñaste desde mi juventud, y hasta ahora he manifestado tus maravillas.
Aun en la vejez y las canas, oh Dios, no me desampares, hasta que anuncie tu poder a la posteridad, y tu potencia a todos los que han de venir.
Salmo 71.17-18
David, ya con canas, tiene el deseo de anunciar la eternidad y el poder de Dios; esto marca una gran diferencia para vivir cada uno de nuestros días en este mundo, con un enfoque claro y un plan mayor a nosotros mismos; dar a conocer quién es Dios.
Pienso que el llegar a una edad avanzada da ventajas y estas son la sabiduría en la Palabra de Dios y la experiencia en el camino del Señor; ambos se acumulan a través de los años y este tesoro se tiene que compartir con las siguiente generaciones.
C. S. Lewis escribió:
El presente es el punto en el que el tiempo coincide con la eternidad
C.S. Lewis
Mucha razón en esta frase porque el pasado ha quedado atrás y no lo podemos cambiar, el futuro nos puede causar ansiedad porque no lo conocemos. Lo que logremos hacer en nuestro presente nos llevará a los objetivos de nuestro llamado.
Aún hay mucho qué aportar al Reino de Dios, hoy hay mucho de lo que Dios ha puesto en usted para anunciar a la siguiente generación.
Autor de La Pluma Ligera en donde El Libro (La Biblia), El Viento (El Espíritu Santo) y la pluma, dan sentido a este proyecto.
Soy Hijo de Dios, esposo, padre y pastor por llamado y convicción.