Un destello de dirección

Vivir en experiencias no es mi esencia, sino la concreta convicción de vivir en un plan mayor, dejando por un lado la red y el arado.

Preguntar: ¿Cuál será el hecho que me lleve a cumplir con lo asignado en el día? Eso que exhala el alivio cuando el ocaso termina.

¿Qué será el hoy? ¿Qué será lo que añada propósito al día?

Podré desgastar la voz en ruego y arrastrar mi pie hasta tallar el suelo, pero sin el destello de la luz en dirección, el evaporado afán regresará a su posición.

La brújula de lo eternamente importante se moverá por el aliento de vida, el que sopla mi Dios, que vez tras vez suple la necesidad de Su voz.

Estructuras que forman una vida y que se ordenan al susurro de Su guía o a la imperante orden de un General, según la necesidad.

Miro la esperanza en torno a Su confianza y veo que la armonía corresponde a Su metría.

El plan desarrollado ha sido de Su agrado.

Inspirado en:
“Porque ¿qué tiene el hombre de todo su trabajo, y de la fatiga de su corazón, con que se afana debajo del sol? ” Eclesiastés 2:22

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